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La puerta de jardín con arco superior de acero es la solución ideal para quienes buscan una entrada práctica y moderna a su espacio exterior. Con unas dimensiones de 100 x 250 cm, esta puerta no solo proporciona seguridad, sino que también añade un toque estético a su jardín, patio o terraza.
Fabricada en acero resistente, esta puerta cuenta con un acabado en polvo que la protege eficazmente del óxido y la corrosión, garantizando su durabilidad a lo largo del tiempo. Su diseño elegante, con un arco superior y tirantes horizontales reforzados, no solo refuerza la estructura, sino que también crea una hermosa entrada que realza la belleza de su propiedad.
Las dimensiones de la puerta son de 100 x (175-200) cm, lo que la hace versátil para diferentes tipos de accesos. Además, incluye una cerradura y manija, proporcionando un alto grado de seguridad. El tubo del poste tiene unas medidas de 40 x 40 x 1,5 mm, lo que asegura una instalación robusta y estable.
Esta puerta de jardín es perfecta para uso exterior, combinando estilo, resistencia y funcionalidad. Su color negro le confiere un aspecto moderno y elegante, adaptándose a cualquier entorno. Requiere ensamblaje, lo que permite una instalación sencilla y rápida.
Las vallas para jardín son elementos esenciales para definir y proteger tu espacio exterior. No solo cumplen una función práctica al delimitar áreas y ofrecer privacidad, sino que también pueden mejorar la estética de tu jardín.
Al buscar vallas para tu jardín, notarás que existen múltiples factores que afectan sus precios. El material es uno de los principales determinantes del costo. Las vallas de madera son populares por su apariencia natural y versatilidad, pero requieren un mantenimiento regular para resistir las inclemencias del tiempo. Las vallas de metal, como acero o aluminio, son más duraderas y requieren menos mantenimiento, aunque pueden ser más costosas inicialmente.
Otro tipo frecuente son las vallas de PVC o vinilo, que ofrecen resistencia al clima y a la humedad y suelen ser más económicas que las metálicas. Además, son ligeras y fáciles de instalar, lo que las hace una opción práctica si buscas algo con bajo mantenimiento.
El tamaño de la valla que elijas también influirá en el precio total. Considera tanto la altura como la longitud que necesitas para abarcar el área deseada. Vallas más altas proporcionan más privacidad y seguridad, pero pueden ser más caras debido al material adicional requerido.
El diseño es otro factor que afecta el costo. Las vallas con diseños ornamentales o detalles intrincados suelen tener precios más altos que las opciones más simples. Sin embargo, estos diseños pueden añadir un toque de elegancia y complementar el estilo de tu jardín.
La instalación es un aspecto que no debe pasarse por alto. Si decides contratar un servicio profesional para instalar la valla, esto sumará al costo total. No obstante, para aquellos que disfrutan del bricolaje, algunas vallas son fáciles de instalar y pueden reducir significativamente los gastos.
Finalmente, la marca y la calidad del producto desempeñan un papel importante en el precio. Las marcas reconocidas a menudo aseguran una mayor durabilidad y un mejor soporte postventa, pero esto puede reflejarse en un precio más alto.
Al elegir vallas para tu jardín, es importante sopesar estos factores para encontrar la opción que mejor se adapte a tus necesidades y presupuesto. Una valla adecuada no solo encajará en tu espacio, sino que también lo protegerá, proporcionará privacidad y realzará la apariencia de tu jardín.
Las vallas de madera ofrecen una apariencia natural que complementa cualquier tipo de jardín. Son altamente personalizables, pudiendo ser pintadas o teñidas para adaptarse al diseño deseado. Sin embargo, requieren mantenimiento regular, como lijado y barnizado, para protegerlas de las inclemencias del tiempo y prolongar su vida útil. Aunque el mantenimiento puede ser exigente, este tipo de valla aporta un valor estético inigualable.
Al instalar vallas de metal, es importante considerar el tipo de metal elegido, ya que materiales como el acero son más pesados y pueden requerir refuerzos adicionales durante la instalación. Además, es crucial tratarlas con capas anticorrosivas para evitar el óxido, especialmente en áreas con alta humedad. Aunque el costo inicial puede ser mayor, las vallas de metal son duraderas y ofrecen gran seguridad, representando una inversión a largo plazo efectiva.
Las vallas de PVC o vinilo son muy apreciadas por su resistencia al deterioro causado por el clima y la humedad. Debido a su material no poroso, no requieren pintura ni tratamientos frecuentes, lo que las hace ideales para quienes prefieren mínimas tareas de mantenimiento. Además, el vinilo es un material flexible y resistente a impactos, ofreciendo una buena durabilidad a menor costo comparado con el metal. También están disponibles en diversas estéticas, facilitando su integración con el estilo del jardín.
Instalar una valla por cuenta propia puede ser más económico inicialmente, especialmente si eliges modelos diseñados para fácil instalación. Sin embargo, requiere una inversión considerable de tiempo y esfuerzo, además de cierta habilidad práctica. Contratar profesionales puede resultar más costoso, pero proporciona la ventaja de un montaje rápido y correcto, lo cual es crucial para garantizar la durabilidad y funcionalidad de la valla. Una instalación adecuada también puede impactar en la seguridad que proporciona la valla.