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El banco de entrada JIMI es una pieza de mobiliario que combina un diseño cuidado y sobrio, ideal para cualquier entrada. Su estructura, elaborada en MDF lacado en blanco o negro, se complementa con un acabado de barniz nitrocelulósico que garantiza durabilidad y un aspecto elegante. Este banco no solo es estéticamente atractivo, sino que también ofrece una funcionalidad excepcional gracias a su capacidad de almacenamiento oculta detrás de su gran puerta abatible.
Con unas dimensiones de 100 cm de largo, 40 cm de profundidad y 50 cm de altura, el banco JIMI se adapta perfectamente a espacios reducidos. Su diseño incluye un cómodo cojín de asiento desenfundable de poliéster, que proporciona un lugar agradable para sentarse al entrar o salir de casa. Además, cuenta con dos compartimentos interiores que permiten organizar tus pertenencias de manera eficiente, con medidas de 36,8 x 36 x 20,2 cm y 57 x 36 x 20,2 cm.
La madera utilizada en la fabricación del banco JIMI proviene de bosques gestionados de forma sostenible, con certificación FSC®, lo que asegura un compromiso con el medio ambiente. Este banco es una opción perfecta para quienes buscan un mueble funcional y responsable. Su peso de 25,5 kg lo hace robusto y estable, ideal para el uso diario.
Los bancos para recibidor son una elección práctica y estilizada para darle la bienvenida a cualquier hogar. Sirven como un elemento decorativo que también ofrece funcionalidad, permitiéndote sentarte cómodamente mientras te pones o quitas los zapatos. Estos bancos se adaptan a diversas necesidades y estilos, lo que hace que su elección dependa de varios factores que pueden influir en las diferencias de precio.
El material de fabricación es uno de los principales determinantes del costo de un banco para recibidor. Puedes encontrar opciones de madera maciza que ofrecen una apariencia cálida y duradera pero a un precio más alto. Alternativas más económicas incluyen bancos de MDF o metales ligeros, que no comprometen la funcionalidad y aportan una estética más contemporánea.
Los bancos para recibidor no solo varían en material sino también en diseño. Los modelos con detalles ornamentales o acabados artesanales generalmente requieren más labor y, por ende, son más caros. Si planeas un espacio moderno y sencillo, puedes optar por bancos de líneas simples y colores neutros que tendrían un precio más accesible y fácilmente integrable en diferentes estilos de decoración.
Un aspecto crucial a evaluar es la funcionalidad adicional que pueden ofrecer. Algunos bancos para recibidor incorporan compartimentos de almacenamiento ocultos o estantes para zapatos, lo que suma valor a su utilidad pero también puede aumentar el costo. Al decidir tu compra, considera el equilibrio entre precio y funcionalidad que más se adapte a la dinámica de tu hogar.
El tamaño del banco es otro factor importante que afecta el precio. Un banco más amplio puede ofrecer más espacio para sentarse y almacenar, pero también implicará un mayor gasto en materiales, lo que se traduce en un precio más alto. Asegúrate de medir tu recibidor para encontrar un banco que encaje perfectamente sin abrumar el espacio.
El precio de los bancos para recibidor también puede estar influenciado por la marca. Marcas reconocidas a menudo fijan precios más altos debido a su reputación en calidad y diseño. Sin embargo, puedes encontrar muchas otras marcas que ofrecen productos estéticamente agradables y funcionales a precios más moderados, perfectos si buscas cuidar el presupuesto.
Por último, presta atención a los detalles como la calidad del ensamblaje y los acabados, que no solo afectan el costo inicial sino también la longevidad del producto. Escoge un banco para recibidor que cumpla con tus expectativas en cuanto a estilo, material y funcionalidad, asegurando que sea una adición duradera y práctica a tu hogar.