Las decoraciones son una de las formas más sencillas de añadir color a tu hogar. Son flexibles, fáciles de cambiar y se pueden adaptar según la temporada o el estado de ánimo. Comencemos con la sala de estar, el corazón de muchos hogares. Aquí puedes crear un fuerte acento con cojines coloridos en el sofá o una alfombra vibrante. También las decoraciones de pared como cuadros o tapices en colores vivos pueden cambiar significativamente el ambiente.
En la cocina, se pueden utilizar paños de cocina coloridos, manteles o incluso electrodomésticos de colores para iluminar el espacio. Un juego de platos o tazas coloridas también puede añadir un toque alegre. En el dormitorio, puedes experimentar con ropa de cama en colores intensos o cortinas estampadas. También aquí, los cojines son una forma sencilla de añadir color.
El baño a menudo se pasa por alto cuando se trata de decoración, pero también aquí puedes añadir color con toallas coloridas, cortinas de ducha o alfombrillas de baño. Las plantas en macetas coloridas son otra forma de dar a cualquier habitación un toque fresco y vibrante.
Otro consejo es utilizar decoraciones estacionales. En primavera y verano, se recomiendan colores claros y frescos, mientras que en otoño e invierno, los tonos cálidos y terrosos pueden crear una atmósfera acogedora. Lo importante es que no te dé miedo combinar diferentes colores y patrones. La mezcla de diferentes estilos y colores puede darle a tu hogar un toque muy personal.