Con muebles blancos, combinan diferentes tipos de madera, cada uno de los cuales puede lograr un efecto diferente. Las maderas claras como el roble, el arce o el abedul son especialmente populares, ya que crean un ambiente amigable y acogedor. Estas maderas armonizan bien con el blanco y refuerzan el efecto luminoso y aireado de la habitación. Son ideales para estilos de decoración modernos y escandinavos, que apuestan por el minimalismo y la naturalidad.
Las maderas más oscuras como la nuez o la teca también pueden combinarse bien con muebles blancos para lograr un contraste más fuerte y una apariencia elegante. Esta combinación es especialmente adecuada para estilos de decoración clásicos o elegantes, donde el enfoque está en materiales de alta calidad y una atmósfera lujosa. La madera oscura puede aportar profundidad y carácter a la habitación, pero debe usarse con moderación para no abrumar el espacio.
Es importante elegir el tipo de madera de acuerdo con el estilo deseado y el tamaño de la habitación. En habitaciones pequeñas, las maderas claras suelen ser la mejor opción para no sobrecargar el espacio. En habitaciones más grandes, se pueden utilizar maderas más oscuras para crear acentos y estructurar el espacio. En última instancia, la elección del tipo de madera depende de las preferencias personales y del estilo de decoración deseado.