Los colores pastel son especialmente adecuados para el dormitorio, ya que tienen un efecto calmante y relajante. Estos tonos suaves son menos intensos que los colores fuertes y ayudan a crear una atmósfera tranquila, ideal para un sueño reparador. Colores como el azul pastel, el rosa o el verde son conocidos por reducir el estrés y promover el bienestar. Tienen un efecto armonioso y pueden ayudar a ampliar visualmente el espacio, lo cual es especialmente ventajoso en dormitorios más pequeños. Además, los colores pastel se pueden combinar excelentemente entre sí, por lo que son versátiles y se adaptan a diferentes estilos de decoración. Debido a su efecto sutil, también son ideales para crear acentos sin sobrecargar la habitación. En general, los colores pastel contribuyen a crear un ambiente acogedor y pacífico que invita a relajarse y sentirse bien.