La iluminación juega un papel decisivo en el diseño de colores en la oficina, ya que puede influir significativamente en el efecto de los colores. La luz natural intensifica los colores y puede intensificar su efecto. En habitaciones con mucha luz natural, los colores intensos se destacan especialmente bien, mientras que en habitaciones con poca luz se deben elegir tonos claros y neutros para no abrumar el espacio. La iluminación artificial también puede cambiar los colores, por lo que es importante considerar las fuentes de luz al elegir los colores. Una iluminación equilibrada, que incluya tanto luz natural como artificial, puede ayudar a crear la atmósfera deseada en la oficina y aprovechar al máximo el efecto de los colores.