El estilo retro se caracteriza por una amplia gama de colores que pueden variar según la década. Los colores típicos que a menudo se asocian con el estilo retro son el amarillo mostaza, el verde oliva, el rojo óxido y el turquesa. Estos tonos intensos y brillantes fueron especialmente populares en los años 60 y 70 y a menudo se combinan con colores neutros como beige, marrón o gris para crear una imagen armoniosa.
En los años 50, los tonos pastel como el verde menta, el azul bebé y el rosa eran muy populares. Estos colores suaves le dan a una habitación una atmósfera amigable y acogedora y son ideales para crear un look retro sutil. En los años 80, en cambio, dominaban los colores neón intensos y las combinaciones en blanco y negro, que crean un look moderno y dinámico.
Al elegir los colores para tu decoración retro, es importante encontrar un equilibrio. Demasiados colores intensos pueden resultar rápidamente abrumadores, por lo que es aconsejable centrarse en uno o dos colores principales y combinarlos con tonos neutros. Experimenta con diferentes combinaciones de colores para encontrar el look retro perfecto para tu hogar.