La elección de colores juega un papel crucial en la decoración de estantes, ya que influye significativamente en la apariencia general y la atmósfera. Una paleta de colores bien pensada puede ayudar a que el estante se integre armoniosamente en la habitación y, al mismo tiempo, destaque como un elemento decorativo.
Comienza eligiendo un color principal que se extienda por todo el estante. Este color debería idealmente armonizar con los otros colores de la habitación para crear una apariencia coherente. Complementa el color principal con uno o dos colores de acento que aporten interés visual y resalten ciertos objetos.
Una paleta de colores neutros, compuesta por blanco, gris o beige, puede lograr un efecto calmante y elegante. Estos colores se combinan bien con materiales naturales como la madera o la piedra y se adaptan a casi cualquier estilo de decoración.
Si prefieres un aspecto más vibrante, puedes usar colores intensos como azul, verde o rojo como acentos. Estos colores pueden integrarse en el estante en forma de objetos decorativos, libros o plantas, y proporcionan un aspecto fresco y dinámico.
En resumen: La elección de colores es crucial para el efecto de un estante. Elige un color principal que armonice con los otros colores de la habitación y complétalo con uno o dos colores de acento. Una paleta de colores bien pensada puede ayudar a que el estante se integre armoniosamente en la habitación y, al mismo tiempo, destaque como un elemento decorativo.