El tamaño adecuado de un mural depende de varios factores, incluyendo el tamaño de la pared, las proporciones de la habitación y los muebles que se encuentran cerca. Una buena regla general es que la obra de arte debe ocupar aproximadamente dos tercios del ancho del mueble que está debajo. Esto asegura una relación equilibrada entre la obra de arte y el mueble y evita que la imagen parezca demasiado pequeña o demasiado grande.
Si deseas colgar una sola imagen grande, generalmente no debería ser más ancha que la propia pared. Una imagen demasiado grande puede abrumar una habitación, mientras que una imagen demasiado pequeña puede parecer perdida en una pared grande. En habitaciones pequeñas o en paredes estrechas, las obras de arte más pequeñas o un grupo de imágenes más pequeñas suelen ser la mejor opción.
Al colocar murales, es importante considerar la altura. El centro de la imagen debe estar a la altura de los ojos, lo que generalmente equivale a unos 150 cm sobre el suelo. En habitaciones donde principalmente te sientas, como en la sala de estar, puede ser útil colgar las imágenes un poco más bajas.
En última instancia, el tamaño del mural también debe corresponder a tu gusto personal. Si amas especialmente una obra de arte en particular, puede valer la pena darle un lugar prominente, incluso si no cumple con las pautas de tamaño típicas. El arte es un asunto muy personal, y las imágenes que elijas deben reflejar tu personalidad y tu gusto.