Para el Global Chic, son especialmente adecuadas las tonalidades neutras como base, ya que permiten añadir diferentes elementos culturales sin que el espacio parezca recargado. Colores como el blanco, beige o gris son ideales para crear una base tranquila y armoniosa. Estos tonos neutros se pueden combinar fácilmente con acentos coloridos que se pueden incorporar a través de muebles y decoraciones de diferentes culturas.
Además de los tonos neutros, también los colores terrosos como el terracota, verde oliva o tonos arena pueden encajar bien con el Global Chic. Estos colores recuerdan a la naturaleza y pueden crear una atmósfera cálida y acogedora. Se combinan bien con materiales naturales como la madera, piedra o lino, que a menudo se utilizan en estilos de decoración inspirados globalmente.
Para los acentos, son adecuadas las tonalidades intensas que tienen un significado en las diferentes culturas. Por ejemplo, se pueden usar tonos rojos brillantes o dorados de la cultura india, tonos azul profundo o verde jade de la cultura asiática, o tonos naranjas vibrantes de la cultura africana como colores de acento. Estos colores se pueden incorporar en forma de cojines, alfombras, obras de arte u otros elementos decorativos para darle al espacio un toque vivo y dinámico.
Es importante que los diferentes colores trabajen juntos de manera armoniosa y creen una imagen coherente. Una buena manera de lograr esto es usar una paleta de colores neutros como base y añadir acentos en forma de muebles y decoraciones de diferentes culturas.