El estilo Industrial Chic es conocido por su uso de materiales robustos y sin adulterar, que subrayan el carácter industrial. Los materiales típicos incluyen metal, madera y concreto, que a menudo se dejan en su forma natural.
El metal es uno de los materiales principales en el Industrial Chic y se utiliza con frecuencia para muebles, luminarias y elementos decorativos. Aporta al espacio un toque moderno y fresco, y al mismo tiempo es extremadamente duradero. Los metales típicos son acero, hierro y aluminio, que a menudo se presentan en colores oscuros.
La madera aporta calidez al espacio y crea un contraste interesante con los elementos metálicos fríos. Se utiliza con frecuencia para muebles como mesas, estantes o sillas y puede emplearse en diferentes tonos y vetas. Son especialmente populares las maderas con un aspecto rústico o aquellas con signos de uso, que subrayan el carácter industrial.
El concreto es otro material típico en el Industrial Chic y se utiliza a menudo para suelos, paredes o encimeras. Aporta al espacio un aspecto áspero y sin adulterar, y al mismo tiempo es extremadamente robusto. También los papeles pintados o los objetos decorativos con apariencia de concreto son una elección popular.
Además de estos materiales principales, también se pueden utilizar vidrio, cuero y materiales reciclados para darle al espacio un toque individual. El vidrio se utiliza con frecuencia para luminarias o elementos decorativos, mientras que el cuero se emplea para sofás o sillones. Los materiales reciclados, como piezas de metal antiguas o restos de madera, pueden transformarse en obras de arte únicas o piezas de mobiliario y cuentan una historia.
En general, el Industrial Chic se trata de crear una combinación armoniosa de diferentes materiales que subrayan el carácter industrial y al mismo tiempo crean una atmósfera acogedora.