En el maximalismo escandinavo, las texturas y los materiales juegan un papel tan importante como los colores y las formas. La variedad de superficies contribuye significativamente a la atmósfera de una habitación y puede darle profundidad y carácter. Mientras que el estilo escandinavo tradicional a menudo se centra en superficies lisas y sencillas, el maximalismo anima a experimentar con diferentes texturas para crear un ambiente dinámico y vibrante.
Un aspecto central en la selección de texturas en el maximalismo escandinavo es la combinación de materiales naturales y artificiales. La madera, el cuero y la lana son materiales típicos del estilo escandinavo y también se utilizan en el maximalismo. Proporcionan calidez y comodidad y crean un contraste interesante con superficies lisas y modernas como el vidrio o el metal. Una mesa de madera con una superficie rugosa y sin tratar puede estar junto a una estantería de metal brillante, creando así una dinámica visual emocionante.
La elección de las telas también juega un papel importante en el maximalismo escandinavo. El terciopelo, el lino y el algodón son materiales populares que se pueden integrar en la habitación en forma de cojines, mantas o cortinas. Estas telas no solo ofrecen comodidad, sino también una variedad de texturas que aportan profundidad a la habitación. Un sofá de terciopelo en un tono fuerte puede servir como punto focal, mientras que las cortinas de lino en tonos neutros crean una atmósfera tranquila y relajada.
Otro aspecto importante de las texturas en el maximalismo escandinavo es el uso de patrones. Los patrones geométricos, los diseños florales o las formas abstractas se pueden integrar en la habitación en forma de alfombras, papeles pintados o fundas de cojines. Estos patrones no solo pueden establecer acentos visuales, sino también conectar las diferentes texturas y materiales, creando así una imagen general armoniosa.
Además de los materiales y texturas clásicas, también se pueden utilizar superficies inusuales en el maximalismo escandinavo. El concreto, el corcho o incluso los materiales reciclados pueden establecer acentos interesantes y darle al espacio un toque individual. Un suelo de concreto, por ejemplo, se puede combinar con una alfombra suave para crear un contraste emocionante.
En general, el maximalismo escandinavo ofrece una variedad de posibilidades para experimentar con texturas y materiales y expresar tu propio estilo. Es importante que las diferentes superficies armonicen entre sí y creen una imagen general coherente. Así, el espacio no solo será visualmente atractivo, sino también acogedor y cómodo.