En el maximalismo escandinavo, los materiales juegan un papel central para lograr el equilibrio entre minimalismo y maximalismo. Los materiales típicos que se utilizan en este estilo de vida son materias primas naturales y de alta calidad, que son tanto estéticamente atractivas como duraderas.
La madera es uno de los materiales más característicos del maximalismo escandinavo. Se utiliza con frecuencia para muebles y suelos, y aporta al espacio una atmósfera cálida y acogedora. Las maderas claras como el abedul o el roble son especialmente populares, ya que subrayan la estética luminosa y aireada del diseño escandinavo.
Los textiles también juegan un papel importante. Materiales como la lana, el lino y el algodón se utilizan con frecuencia para cojines, mantas y alfombras. Estos textiles no solo aportan color y patrones al espacio, sino que también crean una atmósfera acogedora y hogareña.
Los acentos metálicos, como el oro, la plata o el cobre, pueden utilizarse como elementos decorativos para dar al espacio un toque lujoso. Estos materiales se utilizan a menudo en forma de lámparas, jarrones o marcos de fotos.
El vidrio y la cerámica son otros materiales que se encuentran con frecuencia en el maximalismo escandinavo. A menudo se utilizan para objetos decorativos o vajillas y contribuyen a crear una atmósfera elegante y con estilo.
En general, se trata de crear una combinación armoniosa de diferentes materiales que enriquezcan el espacio y le den personalidad.