Diferentes estilos de vivienda son ideales para espacios meditativos, ya que enfatizan distintos aspectos de la meditación y la atención plena. Un estilo de vivienda popular es el minimalismo, caracterizado por líneas claras, formas simples y una paleta de colores reducida. Este estilo crea un ambiente tranquilo y ordenado, que ofrece espacio para pensamientos y relajación.
El estilo de vivienda escandinavo también es adecuado, ya que combina funcionalidad con estética y apuesta por colores claros, materiales naturales y mucha luz. Este estilo crea una atmósfera amigable y acogedora que invita a la relajación.
El estilo Boho es otra opción que se adapta a los espacios meditativos. Se caracteriza por una estética relajada y no convencional que fomenta la creatividad y la individualidad. Textiles coloridos, plantas y elementos decorativos hechos a mano son característicos de este estilo.
El estilo Zen, inspirado en la cultura japonesa, valora la simplicidad, la armonía y el equilibrio. Materiales naturales, colores neutros y una distribución clara del espacio son típicos de este estilo. Los espacios Zen son lugares de silencio y reflexión que ayudan a calmar la mente y fomentar la atención plena.
Finalmente, el estilo Wabi-Sabi, que celebra la belleza de lo imperfecto, puede ser una elección inspiradora para espacios meditativos. Este estilo enfatiza la naturalidad y la transitoriedad de los materiales y objetos, creando una atmósfera auténtica y relajada.