En el baño de estilo industrial, los materiales juegan un papel central. El encanto de este estilo radica en el uso de superficies crudas y sin pulir, que recuerdan a las antiguas fábricas. El concreto es uno de los materiales principales que no puede faltar en un baño industrial. Ya sea como revestimiento de suelo, pared o incluso como lavabo, el concreto le da al espacio un toque frío y moderno. Combinado con elementos de madera cálidos, se crea un contraste emocionante que hace que el espacio parezca vivo.
Otro material característico son las superficies metálicas. Estas pueden usarse en forma de grifería, marcos de espejos o estantes. Son especialmente populares el acero cepillado o el cobre, que le dan al espacio un toque industrial. También las tuberías expuestas son una característica típica del estilo industrial. Pueden ser utilizadas de manera funcional o como elemento decorativo.
Las paredes de ladrillo son otro punto destacado en un baño industrial. Le dan al espacio un toque rústico y recuerdan a los lofts originales en antiguas fábricas. Si no es posible tener paredes de ladrillo reales, se puede optar por papel tapiz o azulejos con apariencia de ladrillo.
El vidrio también juega un papel importante en el estilo industrial. Grandes superficies de vidrio, como mamparas de ducha o ventanas, hacen que el espacio parezca abierto y lleno de luz. Especialmente en contraste con materiales pesados como el concreto y el metal, el vidrio aporta una cierta ligereza.
En resumen, es la combinación y el contraste de materiales lo que hace que el estilo industrial sea tan especial. A través de la selección y combinación hábil de concreto, metal, madera y vidrio, un baño de estilo industrial puede ser tanto funcional como estéticamente atractivo.