Un concepto de vivienda abierta ofrece numerosas ventajas, tanto estéticas como funcionales. Una de las mayores ventajas es la sensación de amplitud y apertura que se crea al prescindir de paredes divisorias. Esto puede ser especialmente beneficioso en apartamentos o casas más pequeñas, ya que hace que el espacio parezca más grande y aireado. Otra ventaja es la flexibilidad en el uso de los espacios. Sin paredes fijas, los muebles y las decoraciones se pueden reorganizar fácilmente para adaptar el espacio a necesidades o eventos cambiantes. Esto permite un entorno de vida dinámico y adaptable.
Un concepto de vivienda abierta también fomenta la comunicación e interacción entre los residentes. En un espacio abierto, los miembros de la familia o los invitados pueden interactuar más fácilmente, ya que no hay barreras físicas que limiten la vista o el acceso. Esto puede ser especialmente beneficioso en hogares con niños, ya que los padres pueden vigilar a sus hijos mientras realizan actividades en diferentes áreas de la casa.
Además, un concepto de vivienda abierta puede maximizar el uso de la luz natural. Sin paredes que bloqueen la luz, esta puede distribuirse libremente por el espacio, creando así un ambiente luminoso y acogedor. Esto no solo puede mejorar el estado de ánimo, sino también ayudar a reducir los costos de energía, ya que se necesita menos iluminación artificial.