Para proteger tus muebles de exterior de las inclemencias del tiempo, hay varias medidas que puedes tomar. Primero, es importante elegir muebles de materiales resistentes a la intemperie, que sean naturalmente resistentes a la lluvia, el sol y las fluctuaciones de temperatura. El aluminio, la madera de teca y el poliratán son buenas opciones aquí. Además, puedes proteger tus muebles con cubiertas especiales que los resguarden de la lluvia y la radiación UV. Estas cubiertas deben ser transpirables para evitar la formación de moho. En el caso de los muebles de madera, se recomienda tratarlos regularmente con un producto protector adecuado para renovar la capa protectora natural. También la limpieza regular de los muebles contribuye a su durabilidad. Usa detergentes suaves y paños suaves para no dañar las superficies. Para cojines y almohadas, es aconsejable guardarlos en un baúl o armario resistente a la intemperie cuando no se usen. Así se mantienen secos y limpios. Finalmente, en condiciones climáticas extremas, como vientos fuertes o heladas, deberías, si es posible, colocar los muebles en un área protegida.