Pequeños detalles pueden hacer que la estancia en la habitación de invitados sea especialmente agradable e inolvidable. Comienza con un saludo de bienvenida, como un cuenco con fruta fresca o una botella de agua, que muestre que tus invitados son bienvenidos.
Asegúrate de que haya toallas frescas de diferentes tamaños disponibles. Toallas de alta calidad y esponjosas transmiten una sensación de lujo y confort. Una pequeña selección de artículos de tocador como jabón, champú y gel de ducha también es un gesto agradable.
Una pequeña papelera y un cesto para toallas usadas son complementos prácticos que hacen la estancia más agradable. Un espejo, idealmente de cuerpo entero, es imprescindible para que tus invitados puedan revisarse antes de salir de la habitación.
La iluminación debe ser flexible para crear diferentes ambientes. Las luces regulables son ideales para crear una atmósfera relajada. Una combinación de luces de techo, lámparas de mesa y posiblemente una lámpara de pie permite a tus invitados ajustar la iluminación según sus necesidades.
Accesorios como jarrones con flores frescas, velas o cuencos decorativos dan el toque final a la habitación. Asegúrate de que la decoración no parezca recargada, sino que complemente armoniosamente el espacio. Estos pequeños detalles contribuyen a que tus invitados se sientan completamente a gusto.