Al diseñar una habitación amigable para niños, la elección de los materiales es de gran importancia. No solo deben ser estéticamente atractivos, sino también seguros y duraderos. Comienza con muebles de materiales robustos como madera maciza o MDF, que son estables y resistentes al desgaste. Asegúrate de que las superficies sean lisas y estén libres de bordes afilados.
Para textiles como cortinas, alfombras y ropa de cama, los materiales naturales como el algodón o el lino son ideales. Son suaves, transpirables y generalmente libres de químicos dañinos. Asegúrate de que sean fáciles de limpiar, ya que las habitaciones de los niños a menudo se usan mucho.
Para la decoración de paredes, se deben preferir pinturas y papeles tapiz libres de contaminantes. No deben contener compuestos orgánicos volátiles (COV) que puedan afectar la calidad del aire interior. La pintura de pizarra puede ser una opción creativa y segura que permite al niño decorar las paredes por sí mismo.
Para el revestimiento del suelo, materiales como el corcho o el linóleo son una buena elección. Son suaves, cálidos y ofrecen un buen aislamiento acústico. Además, son fáciles de mantener y resistentes a las manchas.
En general, los materiales en la habitación de los niños deben ser seguros, duraderos y fáciles de mantener, para crear un entorno adecuado para los niños donde se sientan cómodos y puedan jugar sin preocupaciones.