La iluminación adecuada es crucial para trabajar de manera productiva y agradable en la oficina en casa. La luz natural es ideal, ya que cuida los ojos y mejora el estado de ánimo. Coloca tu escritorio lo más cerca posible de una ventana para aprovechar la luz del día. Sin embargo, asegúrate de que la luz no deslumbre ni se refleje en la pantalla.
Si la luz natural no es suficiente, una buena lámpara de escritorio es imprescindible. Elige una lámpara con brillo ajustable para adaptar las condiciones de luz a tus necesidades. Una lámpara con brazo flexible te permite colocar la luz exactamente donde la necesitas. Asegúrate de que la fuente de luz no brille directamente en tus ojos y no proyecte sombras en el área de trabajo.
Además de la lámpara de escritorio, una iluminación indirecta, como una lámpara de pie o tiras LED, puede crear un ambiente agradable. Este tipo de iluminación proporciona una iluminación uniforme de la habitación y reduce los contrastes fuertes que pueden cansar los ojos. En general, la iluminación en tu oficina en casa debe estar diseñada para ser tanto funcional como agradable, para fomentar la productividad y cuidar los ojos.