El estilo industrial se caracteriza por una estética áspera y sin pulir, que recuerda a fábricas y almacenes reconvertidos. Para implementar este estilo en tu sala de estar, comienza seleccionando los materiales adecuados. El concreto, el metal y la madera son los componentes principales del diseño industrial. Las paredes de concreto visto o ladrillo son ideales para resaltar el aspecto industrial. Si esto no es posible, los papeles pintados con patrones correspondientes pueden ser una buena alternativa.
Los muebles de estilo industrial suelen estar hechos de metal y madera. Un gran sofá de cuero, una mesa de centro de metal y estantes de madera son piezas de mobiliario típicas que enfatizan el carácter industrial. Asegúrate de que los muebles sean robustos y funcionales, sin perder estilo.
La paleta de colores debe ser neutral y terrosa. El blanco, el gris, el negro y los tonos marrones son ideales para resaltar el aspecto industrial. Estos colores pueden complementarse con acentos metálicos en cobre, latón o acero.
Los elementos decorativos deben mantenerse minimalistas. Grandes obras de arte abstractas, plantas de interior altas y espejos son elementos decorativos ideales que no sobrecargan el espacio. Asegúrate de que la decoración complemente el estilo industrial y conserve la apertura del espacio.
La iluminación también juega un papel importante. Las lámparas industriales de metal, como las lámparas colgantes o de pie, son ideales para completar el estilo industrial. Asegúrate de que la iluminación sea flexible para crear diferentes ambientes en la habitación.
En general, se trata de crear un equilibrio armonioso entre materiales ásperos y acentos elegantes para implementar el estilo industrial en tu sala de estar.