Los ventiladores de techo ofrecen varias ventajas sobre los aires acondicionados. En primer lugar, son significativamente más eficientes energéticamente. Mientras que un aire acondicionado puede consumir varios cientos de vatios, un ventilador de techo generalmente solo necesita de 15 a 90 vatios. Esto lleva a ahorros significativos en los costos de energía. En segundo lugar, los ventiladores de techo son más ecológicos, ya que consumen menos energía y no utilizan refrigerantes dañinos. En tercer lugar, mejoran la circulación del aire en la habitación, lo que conduce a un clima interior más agradable. En verano, un ventilador puede reducir la temperatura percibida hasta en 4 grados Celsius, sin reducir la humedad del aire. En invierno, se puede operar en sentido inverso para distribuir uniformemente el aire caliente en la habitación. Finalmente, los ventiladores de techo suelen ser más silenciosos que los aires acondicionados y pueden integrarse como un elemento decorativo en el diseño de la habitación. Ofrecen una alternativa económica y ecológica a la climatización.