La elección del color de luz adecuado para las lámparas colgantes depende de la función de la habitación y de la atmósfera deseada. Básicamente, hay tres categorías principales de colores de luz: blanco cálido, blanco neutro y blanco frío.
La luz blanca cálida, que tiene una temperatura de color de aproximadamente 2700 a 3000 Kelvin, es ideal para espacios habitables como la sala de estar o el dormitorio. Crea una atmósfera acogedora e invitante que invita a relajarse. Este color de luz es ideal si deseas crear un ambiente cálido y confortable.
La luz blanca neutra, con una temperatura de color de aproximadamente 3500 a 4500 Kelvin, es versátil y se adapta bien a áreas de trabajo como la cocina o la oficina en casa. Ofrece una iluminación clara y natural que fomenta la concentración y al mismo tiempo es agradable para los ojos.
La luz blanca fría, que tiene una temperatura de color de más de 5000 Kelvin, se utiliza con menos frecuencia en espacios habitables, ya que tiene una apariencia muy brillante y fría. Es más adecuada para áreas funcionales como garajes o talleres, donde se requiere una alta intensidad de luz.
En última instancia, la elección del color de la luz también depende de las preferencias personales y del estilo deseado. Las lámparas colgantes regulables ofrecen la posibilidad de ajustar la intensidad y el color de la luz según sea necesario, lo que proporciona flexibilidad adicional.